martes, 31 de mayo de 2011

Jiuston, ai jav aproblem


La naturaleza es impresionante. Pero nos da cierto reparo tenerla demasiado cerca. La naturaleza puede ser increíblemente bella. Pero mejor si está a 10, a 20 ó, mejor, a 100 metros de distancia.
Tenemos la costumbre de mantener a raya a la naturaleza, pero en alguna ocasión, sin pedir permiso, sin avisar, llama a tu puerta. Te elige. Le gustas.
¡Vaya susto!
Es el momento de recordar conceptos que te suena que explicaron un día en el insti.
-Niña, ¿tienes a mano los apuntes de Biología?
-¿Para qué los quieres papá?
-Es que no sé si tengo que dirigirme a la AbejaReina de Usía o directamente de Majestad.
-¿De qué hablas?
-¿No has visto el enjambre que se nos ha formado en la ventana del salón?
-¡Ay que susto!
-Del tamaño de una pelota de balonmano.
-No sigas papá, que me muero...
-Pues a mí me gusta. No estaría mal tener miel todas las mañanas sin tener que ir al súper...
-Estás loco...
-Pues habrá que hacer algo...
Estamos en la época de la tecnología. Antes teníamos un vecino, un cuñado, un amigo que sabía de todo. Ahora, abrimos el ordenador, abrimos guguel y andando.
¿A que no sabéis las sugerencias de más peso de la red?
Pensad un poco. Os doy pistas.
A.- Ahuynetarlas con humo.
B.- Expantarlas con un insecticida potente.
C.- Quererlas y cuidarías.
¿Queréis el comodín del público? Pues entonces tendríais un panal de abejas muertas o cabreadas en menos que canta un gallo.
Menos mal que también hay gente amable y cariñosa en el internete. Así que, siguiendo las indicaciones de la buena gente y pensando que algunos amigos virtuales de la garrosfera me hubieran animado por ese camino, llamamos a los bomberos.
Primera sorpresa: contestaron a la primera y entendieron el problema. Ellos se harían cargo.
Segunda sorpresa: no podían venir hasta el día siguiente.
Tercera sorpresa: no podían venir en ese momento porque me tenía que poner en la cola de la fila de las abejas. Resulta que tenían que hacer cinco salidas más, por otras cinco colmenas que se estaban instalando en esos momentos, en los pueblos de la cercanía, por otras tantas AbejasReinonas que estaban de mudanza en esos momentos.
Me explicaron que no había problema. Que las abejas no son agresivas de por sí. Que suelen aprovechar la noche para descansar. Que algunas veces, si no les ha gustado el sitio, se van después del desayuno, a buscar nuevas tierras. Que no es lo mismo un enjambre que una colmena.
Me aprendí todo de memoria y me acosté más calmado y con argumentos para calmar a los míos. No es lo mismo un enjambre que una colmena.
Y lo comprobé a la mañana siguiente. Tenía ya una colmena en mi casa. Quiero decir en nuestra casa, la de la AbejaReina y la mía. Que ya se había enseñoreado de ella.
-¿Le gustan las vistas, Majestad?
-Bfuuuuuuu, Bfuuuuuuuuu, Bfuuuuuuu.
Las abejas Son criaturas de pocas palabras.
-¿Prefiere café o una infusión de flores del campo?
-Bfuuuuuuu, Bfuuuuuuuuu, Bfuuuuuuu.
No sé si acabaríamos entendiéndonos.
-¿Me puede pasar la miel?
-Bfuuuuuuu, Bfuuuuuuuuu, Bfuuuuuuu.
En eso llegaron los bomberos. No hubo tiempo a intimar más.
Los bomberos se enfundaron en sus vestidos de apicultores, que no sé si es para protegerse o para que las abejas sepan que son gente entendida en sus costumbres y respetuosas con sus actividades, y prepararon una caja de cartón para intentar convencer a los bichitos de que les había tocado un viaje con chalet incluido en unas tierras más propicias.
Los bomberos llegaron a primera hora y ya al mediodía, todas las abejas se habían introducido voluntariamente en su nuevo hogar provisional de traslado. Yes que las abejas, sin necesidad de estudiar biología en ninguna escuela, saben cómo comportarse en todas las circunstancias de su vida. Incluso en su relación con el hombre.
Los bomberos se fueron. Los bomberos dejaron la caja y dijeron que volverían por la noche. Y fueron puntuales. A los pocos minutos de acabar el Barça Manchester, regresaron a la casa. Las abejas, es lo bueno de no ver el fútbol, estaban todas dormidas alrededor de su Reina. Algún cuento de LaBellaAbejaDurmienteDelBosque o la AbejaReina y los SieteZanganitos habría conseguido que una colmena atareada y azarosa se convirtiera en un rebaño de ovejitas tiernas. Estas abejas no se enterarían nunca de los tres goles que los culés les endosaron a los del Ferguson. Estas abejas no sabrán nada de Chaquiras y Piquetones. Estas abejas descansaban de un día ajetreado sin tener que decidir entre Canaletas o LaCibeles.
Y ahora las echo de menos.
Y ahora, miro todos los días mis ventanas para ver si vuelvo a ser ElElegido.
Y me encantaría que, de vez en cuando, la naturaleza me señalara con el dedo para poder compartir con ella lo poquito que tengo.
Quiero pensar que a la AbejaReina le gustó mi casa, que vió que podía ser un lugar tranquilo para vivir. Y que algún emisario de su colmena le dio un informe donde estará escrito sobre un papel de cera:
En esta casa vive buena gente.
Y las echo de menos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Carmen


Tengo que querer a Carmen
Entró en mi consulta bañada en lágrimas.
-Yo es que soy de llanto fácil.
-Ya lo veo.
- Mis hijas me riñen por eso.
Y venga otro borbotón húmedo. Un no parar.
-Estoy muy preocupada.
Un nudo en la garganta.
-Lo siento.
-¿Todo es por la operación?
-Mi madre murió un mes de mayo y mi cabeza no hace más que dar vueltas a que no llego al día de su aniversario.
-Yo tengo el remedio.
Carmen levantó la vista y detuvo sus ojos tristes sobre los míos. Y una luz se empezó a asomar en ellos.
-Bueno, yo no. Mi hijo. Luego te cuento. ¿Te has operado antes?
Que si me pasó esto y después lo otro. Que si no sé si soy alérgica a algo o no. Que si les doy muchas tareas a mi marido y mis hijas. Que no quiero ser pesada, pero tengo un hijo que no se me quita de la cabeza. Y a mi marido...
No he dicho todavía que Carmen tiene cara de madre, maneras de madre, cariño de madre. Carmen despierta la bondad que tenemos dentro, como hacen nuestras madres cuando nos alimentan de ternura. Carmen es tierna. Y está tierna.
-Te voy a dejar la consulta llena de charcos.
-Mi hijo lloraba de niño.
-¿El del remedio?
-El mismo. Toda las noches se despertaba asustado, temeroso. Venía a mi cama,me daba en el hombro y me decía tembloroso:
-Papá, el monstruo...
Y yo levantaba el embozo de la cama y procuraba formar con mi cuerpo una cueva que lo protegiera del monstruo.
Todas las noches aparecía en mi garita soltando su repetida frase, que se convertía en el salvoconducto que levantaba el puente levadizo que le comunicaba con su fortaleza.
Todas las noches, menos una.
Una noche en que yo no escuché la llegada del monstruo, en que no escuché los gritos de miedo, donde no escuché el llanto reprimido, donde no se mascó el miedo, donde no se olió a azufre.
-¿Qué ha pasado esta noche Miguel Ángel?
-He engañado al monstruo.
Miguel Ángel delante del ColaCao. Miguel Ángel mojando unas galletas. Miguel Ángel con cara de decisión. Cara de haber encontrado la solución a todos los problemas de la existencia. Cuatro añitos.
-He engañado al monstruo.
-¿Sí, hijo mío?¿Cómo ha sido?
-Cuando lo he visto entrar en mi habitación...
-Ah, pero ¿ha venido?
-Sí, como todas las noches. Y cuando entraba, me escondí debajo de las sábanas y dije muy fuerte:
-"Este es el contestador automático de Miguel Ángel Palacio. Miguel Ángel no está ahora mismo en casa. Si tiene algo que decirle deje un mensaje después de la señal. Piiiiiiiiiiiiiiiii".
-Y cuando saqué la cabeza de entre las sábanas ya se había ido. Papá, ya no estaba.
Miguel Ángel vencedor de la lucha entre el bien y el mal, de la lucha entre la luz y las tinieblas. Rayo de sol que alumbraba el mundo.
Así de fácil. Un truco. Un buen truco. Y cada uno tiene el suyo.
Carmen recogió el pañuelo y con él las lágrimas. Las lágrimas se convirtieron en brillo, en luz para sus ojos.
Carmen se ha operado de prótesis de rodilla. Carmen guardaba cada mañana una sonrisa para sus hijas, su marido y para mí, cada día más hermosa. Carmen ha sido la primera en hacer los ejercicios. Carmen va a ser la primera en dejar las muletas. Carmen ha adoptado a felicidad a perpetuidad y no creo que la suelte.
Y el mostruo estará huérfano y se habrá ido a otra parte.
Tengo que querer a Carmen.

domingo, 15 de mayo de 2011

Hoy dormiré más tranquilo


Durante mucho tiempo he intentado convencer a mi hija de que la anestesia no era su futuro. Durante mucho tiempo he estado buscando argumentos que no tuvieran contestación posible para que ella no siguiera mi estela profesional. Durante mucho tiempo he tratado de esconder mi ilusión y mi regocijo por mi trabajo para no influir sobre su vocación.
Y hoy, por fin, tengo argumentos.
Mira tú qué notición:
"EEUU ha probado con éxito el primer robot intubador en una operación real"
Y la inquietud que este hecho despierta en el periodista:
"¿Será factible que en pocos años sustituyan a los actuales anestesistas?"
Y a mí me viene la alegría, que me llena, que me invade, que me hace levitar.
Primero por mis pacientes, que van a tener la tranquilidad a partir de ahora de que una de las técnicas más dificultosas de nuestra especialidad va a quedar en mera pelusilla. Algo sin importancia.
En segundo lugar por mi hija, que si las previsiones del periodista se consolidan, hará que no pueda seguir mis pasos porque no serán necesarios los anestesistas. ¿Un quirófano sin anestesistas?. No veas la ilusión de los cirujanos y los directores de hospitales. ¡Un quirófano sin anestesistas!. El Nirvana. El Paraiso.
Sólo me queda una duda.
Si el paciente vomita o si hay un broncoespasmo ¿a quién llamarán los cirujanos para que les resuelva el problemita?.

sábado, 7 de mayo de 2011

El urólogo Yedai


Casi todo el mundo piensa que los anestesistas nos quedamos, en algún momento, dormidos en quirófano. Yo lo niego. Es imposible. Y si alguna vez sucediera, el despertar podría ser de pesadilla. Imagínense ustedes que te despiertan y ves la escena de la fotografía sin haber sido conscientes de todo el montaje ocurrido para preparar la cirugía. Podrías creer que el quirófano ha sido abducido por extraterrestres y que el cirujano ha tenido que sacar su espada Yedai para ahuyentarlos. Despertarse en la nave madre del Lado Obscuro de la Fuerza del Imperio Galáctico, con DarVader dando sus estocadas de agonía.
Es peligroso quedarse dormido, pueden ocurrir cosas fantásticas y no enterarte. Sería una pena que el futuro estuviera pasando por delante tuya y no tuvieras conciencia de su intrigante desafío contra la enfermedad.
El Láser Verde ha entrado en quirófano. Los Yedais están preparados para combatir los males del Imperio Tenebroso. El Capitán Han Solo nunca duerme.
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