lunes, 16 de noviembre de 2009

Grandes Maestros: Manuel Molina


El saludo del Moli es "Miguel Ángel..., ¿Qué...?" y tú le das entonces el significado que quieras. Es decir es un saludo abierto, como es él. Pocas veces dice "¡Hola!", "¿Cómo estás?", ni "¿Qué hay?", sólo "¿Qué...?". Y, tú empiezas a hablar y no paras, así de fácil, así de a gusto.

Son famosos los manotazos del Moli, un trailer que viene hacia tí y que te da en la espalda, un cohete que se te clava en el homóplato, una bomba que te estalla, sin avisar, entre el hombro y el cuello. Así que cuando un día se mareó un poco en la puerta de quirófano, aprovechamos para colocarle un 14 en el brazo, y a pelo.
Me costó entender que la cirugía abdominal pone a prueba a los mejores anestesistas porque con él todo era muy fácil, homeostasis, balance de líquidos, diuresis, equilibrio ácido-base, mis primeras vías centrales y gasometrías... y compañerismo, mucho compañerismo. Ya de adjunto, fuimos pareja de guardia mucho tiempo,  creo que desde siempre, y podíamos con todo y con todos. Nos peleábamos por ver quién se acostaba más tarde y la mayoría de las veces ganaba él. Así que cuando me fuí del hospital sólo me quedé tranquilo sabiendo que su pareja iba a ser la súper Espe (estaba en buenas manos). Sé que disfrutan de él y él disfruta en un comarcal. Un buen compañero. Y un Gran Maestro.

2 comentarios:

Martín dijo...

Pues si la verdad que los manotazos eran parte de sus saludos, y alguno recién levantado hacían pupa.Le deseo lo mejor en ese hospital de "Alta Resolución" imagino que en algo le compensará cuando se ha retirado de su querida 4ª y 5ª planta del Virgen de las Nieves.

MiAnestesista dijo...

Manolo ha leído la entrada. Me ha dicho que me debe una. Ya me estoy preparando...

Directorio de blogs en España

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails